A13

La moneda es atrapada en un remolino sin final, al menos eso me parece a mi, la escucho recorrer la espiral con metálicos pasos, se acerca, se aleja… se acerca, se aleja... esta jugando conmigo pero no me importa porque al final quedará atrapada, la espiral tiene un principio y un final.

Mis ojos visten de negro, el color de la oscuridad, me han platicado de un mundo de luz y penumbra, aquel que existe más allá de donde yo vivo, sé que existe porque mis dedos perciben su textura, siento el calor de la luz en los poros de mi piel, a veces cierro los ojos e imagino mi presencia en ese raro mundo lleno de formas y figuras, para mi solo existen los pensamientos abstractos, vivo en el diario surrealismo, puedo decir con palabras mis experiencias pero no sé cuán acertadas serán, la oscuridad se atraviesa ante mí, su envidia me impide alcanzar el territorio de la luz.

Encerrado en la oscura habitación busco un alivio para la mente, algo que mantenga mi cordura, capturo los sonidos del exterior, los guardo en una jaula de la memoria, dulces pajarillos que me enseñan a cantar, no es difícil imitarlos, ante la metrópoli lo demuestro, las cuerdas vocales montan un espectáculo digno de ser apreciado, así consigo unas monedas que me mantienen con vida.

Las monedas obtenidas han tranquilizado a la bestia que vive en el estómago, no tenemos el placer de conocernos pero siento su vibración a través de las paredes, es hora de ir a casa, los números son mis guardias, a veces se comportan como una tierna niñera y otras como un demonio en acecho, controlan mis pasos, solo conocen algunos caminos, para seguir nuevas veredas necesitan ayuda de las voces que viven en la luz.

Camino entre los seres de la luz, a veces chocan conmigo, para ellos no existo, solo algunos pueden verme, aquellos que me brindan las monedas, aquellos que ofrecen una disculpa, cada uno tiene diferentes cualidades, puedo percibirlo, la oscuridad me ha dado esa habilidad.

Los números se han tropezado unos con otros, ¿era 26 o 36?, los dos grupos se enfrentan uno contra otro, su batalla me provoca dolor de cabeza, prefiero ignorarlos y continuar solo, los números no importan, siento el camino deslizarse bajo la suela de los zapatos, me despierta el deseo de correr, de avanzar más rápido, siempre he querido hacerlo, ¿Por qué no debería hacerlo?

Que sensación tan agradable, puedo sentir una corriente de aire rozando mi rostro, el corazón agitado se siente libre, aumento la velocidad, tal vez si corro más rápido lograré burlar a la oscuridad, escucho diferentes voces durante mi recorrido, con mi habilidad es fácil identificarlas, algunas expresan enojo, otras preocupación, seguramente nunca han visto a un ser de la oscuridad corriendo entre seres de luz.

Mis piernas aceleran aún más… más… más…quiero alcanzar la luz…más rápido…

No tengo fuerzas para levantarme, algo brota de la cabeza, es viscoso se arrastra lentamente, me roba mi energía, nunca esperé encontrarme con esa enorme bestia de la luz, es alguna especie de guardián cuyo trabajo es mantenerme en la oscuridad, el guardia de la frontera pero lo he burlado, veo la luz, caigo en espiral deslizándome en la oscuridad, mi espiral tuvo principio en la oscuridad y tendrá su final en la luz.

One Angel Falling at;
4:19 p.m.