A.J. Durant
Hoy el silencio hace eco en mi mente. Es como una enfermedad incurable que va recorriendo cada centímetro de mi ser, se ha extendido a la lengua y los labios. Las palabras se extinguen al intentar traspasarlos. Una enfermedad que destruye las palabras, oración por oración, sílaba por sílaba, letra por letra. ¿Me he quedado mudo sin saberlo?
Un virus que he contraído al escuchar tu petición de verme, una bacteria que aún no he identificado, tal vez tiene su origen en la indiferencia o es un anticuerpo quien ha levantado las defensas para evitar que el flujo sanguíneo llevé ese virus a las arterias del corazón. Un corazón destrozado por una enfermedad llamada desilusión.
Estoy en la zona del silencio, un lugar donde cualquier sonido no tiene significado, el vacío del habla y tal vez de mi existencia. Las palabras no existen pero la comunicación no se ha perdido. Fotografías del pasado se comunican conmigo, quieren que tome una decisión. La decisión de verte o no verte. No puedo evitar extrañarte, no puedo evitar recordar cada momento que pasamos juntos, quiero quemar esas fotografías en la hoguera del olvido pero simplemente no tengo las fuerzas para hacerlo, mi enfermedad me ha debilitado.
El virus me ha producido fiebre. Comienzo a delirar, el delirio es por verte, sentirte nuevamente, recordar tus besos. Pero no… no debo dejarme llevar por lo que siento. No quiero caer ante una enfermedad que puede ser incurable. No quiero que mi corazón empeore a tal grado que necesite un marcapasos que le indique el ritmo al cual debe amar.
Quiero encontrar una vacuna que me cure de este mal que ahora siento y me libere del silencio en que me encuentro sumergido. La cura debe encontrarse en mi paciente cero probablemente sean sus labios, puedo estar equivocado, puesto que fueron sus labios los que emitieron las palabras que me han llevado a esta situación. Mejor me sumergiré en este silencio, dejaré que las palabras me ahoguen, hasta que el silencio inunde todo mi ser llevándome a un coma donde mis signos vitales sean los únicos sonidos que inunden el silencio de una habitación.
11 Comentarios:
chale si encuentras la vacuna compartes eh!
un saludote!
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Joan War, at 2:20 p.m.
joan war:Tal vez un día mi cuerpo genere las defensas necesarias para superar este mal.
Saludos.
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Unknown, at 4:12 p.m.
somadicta:Silencio que ya no llena este espacio después de tan gratas palabras. Eres bienvenida.
Saludos
toda una mujer:Buscaré medicina homeópatica para tí.
Saludos
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Unknown, at 9:01 a.m.
Si llegases a encontrarla, escondela!!...
Por que privar al mundo de sus problemas?
Salud!! Buen dia
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Julieta, at 10:00 a.m.
Un silencio q se ha vuelto el mismo infierno, asi como el cielo a veces se viste de cemento.
Donde han quedado los lamentos? Donde los destellos de los nuevos?
El amor, el desamor...
q desconcierto!
Abbraci de esos q saben saber...
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PPPP, at 10:37 a.m.
rossmar:Si la encuentro ganaré el premio nobel.
Saludos.
julieta:¿Para que el mundo aprenda a valorar lo que tiene?
Saludos
maga:¿es el amor parte del infierno?
Saludos. Gracias por visitarme
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Unknown, at 11:12 a.m.
Y que se gana valorando?
Mucho positivismo.
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Julieta, at 11:22 a.m.
julieta:De acuerdo. Es la evolución del ser.
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Unknown, at 11:58 a.m.
laura m.:Analgésicos para el alma...¿tal vez?
Saludos
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Unknown, at 8:35 a.m.
lata latoso:El silencio es oro.
Saludos
somadicta:Mmmm...trato de recordar duendes con alas pero solo vienen a mi mente los duendes que elaboraban zapatos en las noches.
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Unknown, at 2:14 p.m.
agua de brisa:
Es bueno saber que ya estas mejor.
Saludos
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Unknown, at 9:33 a.m.
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